Somos conscientes de que trabajar en equipo en ocasiones no es sencillo, ya que cada uno le damos importancia a aspectos diferentes. Y no solo esto, sino que además traemos en “nuestra mochila” ideas de cómo pensamos que se deben hacer las cosas, de cómo se debe trabajar y a que cosas le debieran dar importancia los demás (básicamente para que encajen en nuestra forma de ver las cosas).
Estaréis de acuerdo conmigo, aunque sea solo un poco, en que a todos nos gusta darnos la razón, incluso a veces… llevarla.
Por otro lado, no siempre es necesario trabajar en equipo. Pero el hecho de hacer bien el trabajo individual, facilita que haya una unión sistémica. Una suma de todos.
Rendimiento Equipo (R.E.) = sistema (suma de todos) X valores aceptados
Sin valores no hay equipo, solo hay grupo. Por esto es tan importante consensuar unos valores, unos conceptos con los que todos estemos de acuerdo, una base compartida para trabajar y por tanto desarrollarnos profesionalmente.
Tener en cuenta estos valores nos permitirá desarrollar nuestros talentos individuales y grupales, así como desarrollarnos en un espacio de comunicación, motivación y respeto.
Podríamos definir el Talento como <<poner en valor lo que uno sabe, puede y quiere hacer, y además hacerlo>>. Incluso si quisiéramos crear una fórmula del talento podría ser algo así:
Talento = (Capacidades + compromiso + contexto + Acción) X Actitud
Cuando aparecen estos cinco valores, aparece el plus de equipo de alto rendimiento. Eso si, estos valores se tienen que aceptar, no se pueden imponer, se deben vivir. El equipo crece y se hace fuerte cuando no hay narcisismos, ni vanidades, cuando hay codo con codo, pero no en la costilla, sino codo con codo de ayudarse y progresar. Solo en ese momento el equipo se une y crece inevitablemente.